lunes, 29 de marzo de 2010

La Educación como Sistema.


Si bien en la entrada anterior, quedo indagado el recurso de TGS en el aspecto educativo, definiéndolo como un proceso abierto. Esta lectura fue capaz de comprobar ciertos detalles que hemos podido deducir a partir de las lecturas y clases anteriores, y esto es, la importancia de poder observar a la educación como un Sistema, con sus elementos, sus jerarquías, su estructura, su proceso y lo más importante de todo: su función.

Ver a la educación como sistema, implica pues, el enfoque desde un nuevo paradigma, premisa que también nos obliga a considerar un proceso de triple observancia (abierto, cerrado y comunicacional), en el sentido de pertenecer a una estructura social tan compleja como lo es el entorno que nos rodea, con todos sus elementos, el proceso educativo puede ser visto como un elemento más que se interrelaciona, que es evolutivo de acuerdo a las mismas necesidades que el entorno presenta, y que por lo mismo se mueve en la misma dirección.

No obstante, se puede observar a su vez, que la educación no puede gobernarse desde un sistema abierto, y vaya que no suena tan absurdo decirlo cuando el sistema político de una sociedad como la nuestra ha permitido que cabezas incapaces de conocer un ápice de la realidad educativa se pongan al frente de las instituciones reguladoras de la misma, la experiencia misma nos ha demostrado que este fenómeno es prácticamente imposible, que la educación no puede observarse simple y sencillamente desde afuera; que debe ser un organismo totalmente autoregulado, en el que los objetivos de sus funciones sean asignados por los elementos y estructuras que la conformas, de lo contrario se cae en un absurdo total.

Del mismo modo, el proceso comunicacional, el cual es el que permite que la educación sea la trasmisora de costumbres, conocimientos y cultura que es ahora, proceso que lleva a cabo las funciones conservadora, creadora, socializadora, regularizadora y conductual que son propias del fenómeno educativo, con el fin de preservar la misma sobrevivencia humana, este proceso es el que es capaz de interactuar con los demás fenómenos propios de la realidad socio cultural de la vida humana, y que por lo tanto le dan esa flexibilidad de ser abierto y cerrado al mismo tiempo.

Así de la sobrevivencia a la fe, de la fe a la adaptación político-social, de esta a la consolidación de estructuras sociales, y de esta consolidación a las desarrollo de lo social y la sociedad, la educación se conformará como el sistema principal que desarrollará a sus elementos como transformadores del entorno, que en la diversidad de su triple proceso será el sistema encargado de garantizar las adecuadas relaciones que formen esos nexos entre todos los sistemas socioculturales. Elevar esta capacidad nos permite a nosotros como componentes principales del sistema, permitirnos y darnos a la tarea de convertir a la educación en ese plus que contribuye a ver ese gran todo de la realidad humana que formamos parte.

Bibliografía:

COLOM Cañelas, Antoni. “Teoría y Metateoría de la Educación, Un enfoque a la luz de la Teoría General de Sistemas”. Editorial Trillas, México, 1986., pp. 141-153

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