lunes, 29 de marzo de 2010

El papel del personal administrativo en la escuela.


No hace poco tuve que ir a realizar algunos trámites en mi alma mater, Universidad de la que me encuentro realmente orgulloso por la calidad recibida en cuanto formación, trato y ambiente; El problema fue en cuanto llegue a las oficinas administrativas para realizar mi trámite; el encanto termina en un verdadero trago amargo por parte de los y las responsables de todos los aspectos administrativos de la institución, donde malas caras, trámites burocráticos por más innecesarios, y cierre de puertas de oficinas en la nariz se hacen presentes, si mal no recuerdo, desde la primera colegiatura.
Esta acción no es propia de mi facultad; otros ejemplos significativos vividos podrían ser variados y desde los niveles básicos en cualquier institución educativa, no solo bajo el rol de estudiante, sino como docente, o padre de familia.
Ejemplos vividos como obligar a la planta docente a desempeñar cargos no propios de su perfil, como la ambientación y acomodo de espacios escolares, la retención laboral o de salario por pérdida de elementos que no son su responsabilidad el cuidado de los mismos, la retención de documentos a causa del no pago de colegiaturas, etc. Son elementos que demeritan la misión y visión de cualquier institución educativa, elementos que demuestran la poca o carente escala de valores que posee realmente el responsable de cargos administrativos de un plantel educativo; y es por ello que un servidor se pregunta ¿realmente el directivo administrativo y su equipo de trabajo forma parte de la institución? ¿es a favor o en contra? Es bastante común, por no mencionar que es la moda, responsabilizar a la planta docente de los malos resultados en el desarrollo de misión y visión, se invierte y gasta tiempo, dinero y esfuerzo en capacitar, exhortar e incluso manipular al docente para obtener los resultados esperados, y son sin lugar a duda las primeras cabezas en caer cuando estos no se obtienen del modo que el directivo espera.
Sin embargo, retomando el aspecto de Relaciones Humanas Sanas, ¿por qué no se toma en cuenta entonces la labor administrativa como un eje importante en el desarrollo de vida de una institución educativa? De acuerdo a la problemática planteada, el personal administrativo es el nexo entre los dueños, directivos, docentes, padres de familia y alumnos. Son responsables desde su área correspondiente (servicios escolares, relaciones, tesorería, finanzas, mantenimiento, etc.) de lograr del mismo modo el modelo educativo de la institución, de hacer realmente un verdadero nexo y servicio entre la gran variedad de roles que presenta la escuela, y por lo tanto, un agente principal que también genera resultados en el logro de los propósitos de la educación.
Por decirlo a modo más preciso, el administrativo escolar, es un elemento más del sistema educativo, y como elemento, es totalmente partícipe del todo, le corresponde hacer funcionar al sistema tan responsablemente, asumiendo las funciones que le ameritan, y que deben estar enfocadas al logro de aquellos estándares y metas que la escuela pretenda alcanzar.
¿Es realmente importante el papel del personal administrativo de una institución educativa?
¿Cómo contribuye cabalmente en el desarrollo de la misión, como nexo fundamental entre alumnos, docentes y directivos de la escuela?

La importancia de tener el fin en la mente.


Stephen R. Covey menciona que es un absurdo querer llegar al aeropuerto de Monterrey, con un mapa de Guadalajara, éste ejemplo de su libro es el que más me queda grabado, ya que, si algo tenemos los mexicanos de positivo es que realmente somos capaces de empeñarnos con todas nuestras ansias por algo que nos llame la atención, somos trabajadores laboriosos, y capaces de luchar por lo que anhelamos.

Uno de sus 7 hábitos lo explica con ésta analogía de los mapas, es necesario tener un fin en la mente, ser capaces de visualizar todo aquello que podemos ser, poseer todas las cosas que queremos tener, y realizar aquello que deseamos hacer; en otras palabras, debemos tener en claro que es lo que anhelamos para lograr realizar un proyecto de vida personal, profesional y social.

La pregunta entonces es clave ¿Qué anhelamos? Es frustrante observar en la lectura el posible desarrollo de líderes visionarios y transformadores de la realidad, cuando simple y sencillamente, no somos capaces de orientar el esfuerzo y dedicación de nuestros alumnos hacia el ¿Qué quiero ser, tener o hacer? ¿Qué provecho puedo obtener/dar a la vida? ¿Cuál es la misión que quiero seguir?

Este problema redunda en todos los niveles de todas las comunidades mexicanas, somos capaces de pedir que nuestros hijos, alumnos, etc. Se esfuercen por obtener buenas notas, lograr grados académicos, casarse, enrolarse en determinado oficio o profesión, pero, ¿cuántos realmente desarrollan visión de su futuro? ¿cuántos son capaces de poder atreverse a romper un paradigma? ¿cuántos son capaces de reconocer que viven atrapados entre la manipulación de diversos paradigmas?

Nuevo León es un estado de gente que enfrenta retos, y es capaz de desarrollar líderes artesanos con mucho ahínco, pero pocos líderes de visión, y el resto de la república mexicana no se queda atrás, vivimos arrastrando paradigmas de “’¿eso para que?” “¡No puedo!” “¡No sirve para nada!” “¡No va a funcionar!” etc.

El cambio debe ser radical y enseñar desde el aula a definir el <> de cada alumno, sembrarles la capacidad de definir una visión, con la consecuencia de aceptar las consecuencias de sus decisiones, No podemos seguir cayendo en el error de proyectarnos en el logro de aquellos que nos suceden, pensando que nuestro éxito se reflejará en el éxito de ellos.

Todos tenemos derecho de poder desarrollar una visión de aquello que realmente deseamos formar, esto es el ingrediente principal para poder desarrollarnos como elementos eficaces de un sistema abierto, capaz de interrelacionarnos con el máximo afán de volvernos interdependientes, de lograr los resultados de calidad de acuerdo a los estándares mínimos que la calidad solicita. SI nos enfocamos en el desarrollo de nuestros alumnos, desde su edad escolar, a definirlos en sus propios anhelos y ambiciones, y apoyarlos en que sean ellos los únicos capaces de decidir su vocación, es entonces cuando realizaremos actividades de calidad, y por ende, se integrara “per se” y “cum se” el sistema abierto de excelencia.

Bibliografía:

· RUIZ Cantisani, M.I. Sistema de planeación para instituciones educativas”. Editorial Trillas, México 2003.

De las ciencias clásicas a las ciencias sociales.


¡Es interesante cuan imprescindibles son los sistemas de información en la vida cotidiana! Más que un recurso útil, se han convertido en la interpretación de la vida de hoy. Leyendo ésta lectura, la cual realmente destaca por su claridad en la explicación, me vino a la mente en todo momento las explicaciones de la programación orientada en objetos que me enseñaron en la materia de desarrollo de software. Dicho estilo de programación – pido una disculpa de antemano por olvidar el nombre del autor del mismo – se basaba en poder utilizar “objetos” o “librerías” que per se, eran recortes de lenguaje computacional que se podían utilizar de modos diversos en todo tipo de programas, cumpliendo en ellos funciones de acuerdo a lo que realizaban, pero con un enfoque totalmente distinto de acuerdo al programa total al que pertenecía.

Y con ello, lo que en 1998 era una forma muy compleja de desarrollar software computacional – debemos recordar que en ese entonces el visual basic – era el programa de moda, ahora es tan usual que un usuario que desconozca de programación, fácilmente copia el lenguaje que Youtube le pone en su video, el lo pega en su propio blog, o red social y le da un sentido totalmente diferente, basándose en el mismo elemento.

Esto es el uso de los elementos en un sistema, de acuerdo a las teorías contextual y organicista, aunque la tendencia en sistemas lleva suficiente tiempo en la línea histórica de nuestra sociedad, es precisamente en estos últimos tiempos cuando se ha puesto de moda al máximo, quien iba a pensar en los albores del siglo XIX que se podía mezclar la religión católica, budista, zen y brahamanista para desarrollar un nuevo pensamiento, como la mezcla de ritmos de diversos géneros musicales, pueden crear nuevos estilos y fusiones que enriquecen el arte musical; o incluso en la peor de las parodias, como dos ideologías políticas tan contrastantes se podrían unir en comicios electorales con el fin de poder derribar a una tercera, creando un nuevo sistema con elementos antagónicos entre sí.

El desarrollo de la teoría general de sistemas puede servir precisamente para eso, retomar elementos de una perspectiva para plantearlos en otra, modificando su estructura y su contexto, poniéndolos en otros totalmente distintos y produciendo por ello resultados diferentes. ¿Cómo aplicarlo en educación? En un diplomado de desarrollo de competencias, se establece que; mediante el enfoque de competencias, se pueden retomar elementos de todas las corrientes contemporáneas del aprendizaje con el fin de lograr la aplicación de los conocimientos, habilidades, actitudes y valores de la manera más efectiva.

En conclusión, el todo y sus partes, pueden producir resultados elevados a la n potencia, esto porque los elementos pueden deslindarse de un todo para aplicarse en otro, quizá en tiempos donde la secuencia organizacional era tan rigurosa, esto era difícil de entender, sin embargo en la sociedad ecléctica de hoy, esta combinación de partes puede producir una infinita cantidad de todos.

Bibliografía:

· LILIENFIELD, Robert. Teoría de Sistemas, orígenes y aplicaciones en ciencias sociales”. Editorial Trillas, México 2000.

La Educación como Sistema.


Si bien en la entrada anterior, quedo indagado el recurso de TGS en el aspecto educativo, definiéndolo como un proceso abierto. Esta lectura fue capaz de comprobar ciertos detalles que hemos podido deducir a partir de las lecturas y clases anteriores, y esto es, la importancia de poder observar a la educación como un Sistema, con sus elementos, sus jerarquías, su estructura, su proceso y lo más importante de todo: su función.

Ver a la educación como sistema, implica pues, el enfoque desde un nuevo paradigma, premisa que también nos obliga a considerar un proceso de triple observancia (abierto, cerrado y comunicacional), en el sentido de pertenecer a una estructura social tan compleja como lo es el entorno que nos rodea, con todos sus elementos, el proceso educativo puede ser visto como un elemento más que se interrelaciona, que es evolutivo de acuerdo a las mismas necesidades que el entorno presenta, y que por lo mismo se mueve en la misma dirección.

No obstante, se puede observar a su vez, que la educación no puede gobernarse desde un sistema abierto, y vaya que no suena tan absurdo decirlo cuando el sistema político de una sociedad como la nuestra ha permitido que cabezas incapaces de conocer un ápice de la realidad educativa se pongan al frente de las instituciones reguladoras de la misma, la experiencia misma nos ha demostrado que este fenómeno es prácticamente imposible, que la educación no puede observarse simple y sencillamente desde afuera; que debe ser un organismo totalmente autoregulado, en el que los objetivos de sus funciones sean asignados por los elementos y estructuras que la conformas, de lo contrario se cae en un absurdo total.

Del mismo modo, el proceso comunicacional, el cual es el que permite que la educación sea la trasmisora de costumbres, conocimientos y cultura que es ahora, proceso que lleva a cabo las funciones conservadora, creadora, socializadora, regularizadora y conductual que son propias del fenómeno educativo, con el fin de preservar la misma sobrevivencia humana, este proceso es el que es capaz de interactuar con los demás fenómenos propios de la realidad socio cultural de la vida humana, y que por lo tanto le dan esa flexibilidad de ser abierto y cerrado al mismo tiempo.

Así de la sobrevivencia a la fe, de la fe a la adaptación político-social, de esta a la consolidación de estructuras sociales, y de esta consolidación a las desarrollo de lo social y la sociedad, la educación se conformará como el sistema principal que desarrollará a sus elementos como transformadores del entorno, que en la diversidad de su triple proceso será el sistema encargado de garantizar las adecuadas relaciones que formen esos nexos entre todos los sistemas socioculturales. Elevar esta capacidad nos permite a nosotros como componentes principales del sistema, permitirnos y darnos a la tarea de convertir a la educación en ese plus que contribuye a ver ese gran todo de la realidad humana que formamos parte.

Bibliografía:

COLOM Cañelas, Antoni. “Teoría y Metateoría de la Educación, Un enfoque a la luz de la Teoría General de Sistemas”. Editorial Trillas, México, 1986., pp. 141-153

domingo, 7 de marzo de 2010

Teoría General de Sistemas

Un sistema es, “un término utilizado en el lenguaje moderno” cuyo enfoque se emplea en considerar todas las opciones posibles para lograr un objetivo, reduciendo el costo y aumentando la eficacia.

Los enfoques bajo los cuales fue creado recaen en ciencias tanto naturales como sociales, pensando en ésta última, la teoría de los sistemas estudia el proceso del desarrollo sociocultural, en donde las variables, son mutuamente dependientes y son representadas por instituciones y organizaciones formales, el autor de éste reporte pretende profundizar éste aspecto, pensando en el enfoque propio de la asignatura a una ciencia social, donde lo determinante son del mismo modo las instituciones y organizaciones educativa, y retomar ideas y elementos propios de categorías pedagógicas, didácticas y educativas para generar un concepto de “sistema” desde la mira de las ciencias de la educación.

En lo referente a su aspecto histórico, la base generadora del concepto de teoría de sistemas se basó en el empirismo propio de la filosofía natural, de la biología, y del mismo neopositivismo del círculo de Viena, en éste trayecto histórico, se planteo la posibilidad de expresar un sistema en términos matemáticos, sin embargo, la característica propia de la inmensidad numérica de sus elementos, recayó en la conclusión de que era un proceso determinadamente complejo, tan complejo como las tendencias en las que recae la TGS, tendencias que abordan la manera tanto de estudio como de manejo, en mira de lograr los resultados eficaces propios de la TGS.

Las tendencias tanto como el modelo matemático son propias de estudios especializados que nos pueden permitir comprender de modo científico la teoría general de sistemas, no obstante, quizá la decisión más importante de ésta lectura consiste en poder trasladar el contenido de ella a un lenguaje propio de educadores, en el que podamos entender la realidad de los elementos propios de nuestras ciencias de la educación, poder crear elementos que interactúen e interrelacionen de modo que podamos comprenderlo bajo la perspectiva más simple que se nos brinda acerca de la TGS, lograr que el todo sea mayor que la suma de sus partes.

Los elementos educativos son entonces a mi parecer parte de un sistema abierto, que se expande a realidades propias del entorno social, quisiera terminar éste reporte con una analogía a un proyecto de transversalidad e interdisciplinario, en el que todas las asignaturas académicas aportan parte de sus elementos formales para abordar la resolución de un problema (proyecto) común, la interaccón entre éstas permite no sólo el logro del objetivo propuesto, sino el fortalecimiento de estructuras cognitivas de aquellos que decidieron abordar el problema en equipos; Éste es mi mejor modo de conceptualizar, en mi área un concepto de TGS, de acuerdo a las perspectiva educativa en que lo pretendo enfocar.

Bibliografía:

· BERTALANFFY, Ludwing Von.Teoría General de los Sistemas”. Fondo de Cultura Económica. México, 2003., pp 1-29

lunes, 15 de febrero de 2010

El Señor Carl Rogers


Desde que me toco exponer a este señor empaticé con él, me identifico mucho con él a pesar de que ni es constructivista, es más, ni siquiera es pedagogo; sino psicólogo de profesión.

Aun así, su teoría personalista sirve de base para una educación constructivista, y aun más, que es el enfoque que a mi me interesa, para la orientación.

Pero bueno, aclaremos porque me identifico tanto con él.

Primeramente, nacimos el mismo día (8 de Enero) sólo que él en 1902 y yo en 1980.

Los dos iniciamos estudiando una ingeniería, el en agronomía, y yo en Sistemas Computacionales.

Posteriormente, abandonamos nuestros estudios de ingeniería para enfocarnos en el estudio de la religión. Estudiando los dos para ser pastores de nuestras comunidades religiosas.

Posteriormente, dejamos los estudios de religión para enfocarnos en el área de atención a la persona, el por el lado de la psicología y yo por el lado de la pedagogía.

Pero en fin, el trazó su teoría personalista, yo aun sigo en mi formación pedagógica, pero si me llegue a sentir desalentado por tanto cambio de carrera, este señor me ha inspirado de más en convertirme en un motivador de Proyectos de Vida.

Su teoría personalista no es simple, pero se basa en el crecimiento interior de la persona, y en la definición personal de su identidad. Mucho que ver con lo que yo considero Proyecto de Vida. el cual consiste en saber enfocarte hacia donde tu quieres llegar en 2, 10, 25, 50 años.

Un Proyecto de Vida tiene que considerar todo lo que tu decides hacer, en todos los roles que desempeñas y en las 6 áreas de crecimiento personal. Es un Proyecto que debes revisar continuamente para ver si no has desviado el rumbo, o si es así, decidir porqué debe ser así.

Carl Rogers habla de la visión positiva de uno, algo así como el "Ya me vi" de los anuncios de pronósticos, pero más que nada, esa visión positiva debe basarse en la realidad.

Si enfocas esa visión positiva, podrás darte cuenta de que todo Proyecto de Vida es posible de crearse, de realizarse en plenitud, y por consiguiente ayudarte a ser feliz.

Quédate al pendiente, espero que bajo esta base de Rogers podamos juntos elaborar ese Proyecto de Vida, cualquier aclaración, espero tus comentarios, o bien al correo electrónico que aparece, para poder echarte la mano.

Un saludo.